Publicada, 14 de julio de 2020
- Con una capacidad inicial de 44 muestras diarias, Urabá cuenta desde hoy con laboratorio molecular para el diagnóstico del Covid-19, ubicado en el Instituto Colombiano de Medicina Tropical ICMT – CES.
- El laboratorio, iniciativa surgida en el Comité Universidad Empresa Estado Sociedad CUEES Urabá, fue posible gracias a la suma de voluntades de gremios, empresas, instituciones, personas naturales y gobiernos locales y departamental.
El laboratorio molecular ubicado en el Instituto Colombiano de Medicina Tropical ICMT – CES está lleno de esclusas, es decir, para pasar entre dos sectores del laboratorio hay una serie de compartimentos con puertas de entrada y salida que protegen de contaminación los espacios donde están los equipos y los profesionales. No es posible que dos puertas estén abiertas al tiempo y, de esta manera, se garantiza el adecuado procesamiento de muestras para el diagnóstico del Covid-19.
Y para construir este laboratorio, poblado de esclusas, fue importante la articulación institucional, la suma de voluntades de todos los sectores y la convicción de que era un proyecto que saldría adelante con una sola condición: sin excusas.
Por eso, se asumió como un trabajo en equipo en el que, “si alguno de los actores implicados tenía dificultades, los demás estaban allí para apoyar y llevar el proyecto a feliz término”, como explica el alcalde Felipe Cañizalez, pues desde la administración Apartadó Ciudad Líder se gestionaron recursos adicionales para cubrir los aportes que, en el presupuesto inicial, atenderían otras instituciones, que por diversas razones no se concretaron.
Proceso a buen puerto “Nos va a ayudar mucho el funcionamiento del laboratorio”, comenta Felipe Cañizalez, quien destaca que tener resultados en 24, máximo 48 horas, y no tardar cinco o siete días, permitirá optimizar el manejo de los pacientes positivos. Además, subraya “el liderazgo del Comité Universidad Empresa Estado Sociedad CUEES, en alianza con la administración de Apartadó, las demás alcaldías, los gremios y la ciudadanía para concretar la idea”.
“Esto nos va a permitir que cuando se tome la muestra en la región, se pueda procesar en el ICMT y nos va a permitir hacer un diagnóstico oportuno y ayudar en la estrategia de detección, rastreo y tratamiento que tiene el Departamento y con esto impactar la salud en la región de Urabá”, agrega Lina María Bustamante Sánchez, secretaria Seccional de Salud y Protección Social de Antioquia.
Por su parte, el presidente del CUEES y director de Asuntos Institucionales de Unibán, Carlos Pinilla, agradece a Dios por la oportunidad de ver este sueño cumplido y se emociona al hablar de “la gran articulación de todos los actores sociales de esta bella región para lograr nuestro laboratorio: los sectores productivos, las alcaldías, las universidades, los ciudadanos, los diversos miembros del CUEES. El mensaje es simple y poderoso: ¡nos cuidamos entre todos, porque Urabá cuida a Urabá!”.
Un orgullo y un reto Margarita Arboleda, directora del ICMT, destaca la capacidad del laboratorio, que inicialmente procesará 44 muestras diarias para el “diagnóstico por RT-PCR, de infección por SARS-CoV-2”, pero que con la llegada del robot extractor de RNA, aumentará “el número de muestras a 100 por día”.
Pero, también destaca la capacidad de Urabá para juntarse y hacer cosas buenas. Y agradece el liderazgo del CUEES, la apuesta de la Diócesis de Apartadó para administrar los recursos, los aportes de los ciudadanos, los gremios, los empresarios, el CES y las demás universidades presentes en la región, las organizaciones y entidades sociales de Urabá y las alcaldías, especialmente la de Apartadó, que en el momento en que hubo dificultades con otros aportantes, hizo el esfuerzo adicional para que la meta se cumpliera.
Ya en términos del manejo y funcionamiento, Margarita Arboleda reitera que “de todos modos, es importante tener en cuenta que se deben reunir unos requisitos para la recepción de muestras relacionados con embalaje seguro, temperatura adecuada, volumen de muestra adecuado y marcación correcta, acompañadas de fichas y formatos completos; en caso tal de incumplir alguno la muestra no será procesada, según lineamientos del Instituto Nacional de Salud (INS)”.
El laboratorio suena a esperanza y a satisfacción por cumplir la meta, pero en su proceso nos enseñó la paciencia al entender cómo las dinámicas actuales del comercio mundial son más lentas, en aspectos como los tiempos de importación de equipos. Entonces, más que reunir y administrar los $1.291 millones del proyecto ($800 millones recogidos por Urabá y $491 millones del ICMT), el desafío incluía capacitar a las profesionales Luz Yaned Usuga y Paola Ríos del ICMT, acondicionar el espacio, gestionar proveedores en un escenario donde, sólo en Colombia, se estaba pasando de 14 laboratorios habilitados a 79, es decir, 55 en proceso de acondicionamiento.
Entender todo el proceso, quizás hubiera permitido encontrar las excusas para no llegar a la meta.Sin embargo, es claro el producto de una ardua labor: laboratorio para la región.
Un laboratorio lleno de esclusas y no de excusas, un laboratorio donde junto a Margarita, Luz Yaned y Paola, estarán los microbiólogos Nicaela Restrepo y Luis Alberto Rivera y los auxiliares Francisco Rivera y José Agudelo, lo mismo que Olga Patricia y Emilsen, para atender las muestras diarias, para que el diagnóstico temprano nos ayude a dar la lucha contra el COVID – 19 en Urabá, una lucha que damos juntando esfuerzos y voluntades institucionales y con la disciplina social que invita a conservar el distanciamiento social, usar el tapabocas, asear constantemente las manos y atendiendo la invitación siempre válida de #quédateencasa.